Aunque reducir el consumo de sal es una de las recomendaciones médicas más frecuentes, no cabe dudas de que es un componente necesario en la dieta y condimento infaltable en cualquier cocina, pero en Cuba en los últimos meses los consumidores se quejan de la inestabilidad del producto en el mercado.
Aunque reducir el consumo de sal es una de las recomendaciones médicas más frecuentes, no cabe dudas de que es un componente necesario en la dieta y condimento infaltable en cualquier cocina, pero en Cuba en los últimos meses los consumidores se quejan de la inestabilidad del producto en el mercado.
Según el Ministerio de Comercio Interior, en las últimas semanas se ha comenzado a restablecer la distribución en sus almacenes, pero todavía las amas de casa, sobre todo en provincias, se quejan de que el producto falta con demasiada frecuencia.
Todo indica que ello es una consecuencia más del paso del huracán Irma en septiembre de 2017, pues la fuerte tormenta causó serios daños a las seis empresas salineras del país, casi todas ubicadas en la cosa norte, precisamente la que fue barrida por el ciclón, aunque también en ello influyó la falta de yodo, producto que se importa, lo cual detuvo la producción por dos meses.
Pero las amas de casa también se quejan de la mala calidad, pues según comentan, cuando compran una bolsa de sal nunca se sabe si el contenido será de sal gruesa o fina, lo cual nada tiene que ver con Irma, sino con el obsoleto estado técnico del equipamiento de las plantas procesadoras.
