La reconstrucción del antiguo mercado de Cuatro Caminos, como es conocido por todos los habitantes de la capital, marchan a buen ritmo, al parecer para tenerlo a punto, como otros muchos proyectos, con vistas al 500 aniversario de la ciudad, que se celebrará el año próximo.
La reconstrucción del antiguo mercado de Cuatro Caminos, como es conocido por todos los habitantes de la capital, marchan a buen ritmo, al parecer para tenerlo a punto, como otros muchos proyectos, con vistas al 500 aniversario de la ciudad, que se celebrará el año próximo.
El edificio de dos plantas, que cubre toda una manzana, fue desde su construcción a finales del siglo XVIII, el mayor mercado de abastos de la capital, y casi hasta su cierre, hace unos cinco años, era el lugar preferido donde miles de habaneros cada día adquirían desde alimentos y flores hasta artículos artesanales e incluso todo lo necesario para satisfacer a los santos de las religiones africanas.
El proyecto constructivo, asumido por la corporación CIMEX, mantiene toda la estructura exterior original, pero en su interior se instalará un moderno centro comercial, aunque ahora la interrogante de muchos es si se dedicará como siempre fue, a la venta de alimentos frescos, o será un gran conglomerado de tiendas de todo tipo.
Pero lo que más le preocupa es si sus ofertas serán tan económicas y asequibles como antaño o si tendrán precios prohibitivos, tal como ocurre con todas las tiendas administradas por CIMEX, una de las principales cadenas de shoping de Cuba.
Lo peor, alegan muchos potenciales clientes, es que quienes atienden al público parecen creer que están haciendo un favor e incluso se molestan si alguien protesta, sin darse cuenta de que también pueden recibir igual trato en otro lugar, en una especie de círculo vicioso que hay que romper.
