Cada vez son más los países que enfilan sus cañones contra las bolsas de nylon, por las serias consecuencias que la utilización masiva de esos envases ha acarreado al medio ambiente, y en Cuba por estos días se ven cada vez menos en los mercados, aunque al parecer por causas que nada tienen que ver con la ecología.
Cada vez son más los países que enfilan sus cañones contra las bolsas de nylon, por las serias consecuencias que la utilización masiva de esos envases ha acarreado al medio ambiente, y en Cuba por estos días se ven cada vez menos en los mercados, aunque al parecer por causas que nada tienen que ver con la ecología.
En las shopping, donde el cliente debe recibir gratuitamente las bolsas necesarias para llevar sus compras, con demasiada frecuencia los vendedores advierten que no tienen jabitas, como familiarmente le dicen los cubanos, y cuando eso ocurre, los más previsores sacan del bolsillo su jabita salvadora con una frase recurrente: «A la guerra hay que ir con fusil».
Pero en Radio bemba se comenta que las jabitas están reportando a algunos un jugoso negocio, pues mientras las gratis escasean, fuera de los comercios siempre hay quienes las venden a 1.00 peso cubano (CUP), y ante la necesidad, compradores nunca faltan.
Como botón de muestra, hace poco, en un mercado de La Habana donde no había bolsas de nylon gratis, los inspectores hallaron -sin que la administración pudiera justificar su procedencia- varías pacas con un total de 25.000 jabitas, que sacando una sencilla cuenta, reportarían una ganancia de 1000.00 CUC a su desconocido «propietario».
