Para las amas de casa cubanas poner comida en la mesa todos los días es un dolor de cabeza por las dificultades con los abastecimientos y la insuficiencia de los salarios de muchos, pero aún así, según estudios de autoridades sanitarias, el 42% de la población del país presenta sobrepeso, por lo cual, al igual que en otras muchas naciones, la obesidad constituye un problema de salud a nivel de país.
Para las amas de casa cubanas poner comida en la mesa todos los días es un dolor de cabeza por las dificultades con los abastecimientos y la insuficiencia de los salarios de muchos, pero aún así, según estudios de autoridades sanitarias, el 42% de la población del país presenta sobrepeso, por lo cual, al igual que en otras muchas naciones, la obesidad constituye un problema de salud a nivel de país.
Ciertamente, ya quedaron atrás los años de la violenta crisis de la década de 1990, el denominado Período Especial, cuando muchos cubanos perdieron muchas libras por la menguada alimentación y el excesivo uso de la bicicleta como medio de transporte, y hoy quienes quieren bajar de peso deben recurrir al gimnasio y a fuertes dietas.
Además, para los especialistas -y las opiniones de radio bemba lo confirman-, históricamente los hábitos alimentarios de los cubanos han sido poco saludables por el amplio consumo de arroz, frijoles, viandas, pan, postres extraordinariamente dulces, pocos vegetales y frutas y las carnes casi siempre fritas, con abundante grasa.
Y el problema parece empeorar entre los niños y jóvenes, amantes de las pizzas, refrescos, helados y todo tipo de chucherías, con el inconveniente de ser cada vez más aficionados a los videojuegos y otros pasatiempos ajenos al ejercicio físico.
