Desde los primeros días de enero próximo los habitantes de La Habana deberán sentir algún alivio en la siempre deficitaria transportación de pasajeros de la capital con la entrada en servicio de 400 microbuses y 90 ómnibus adquiridos por el país.
Desde los primeros días de enero próximo los habitantes de La Habana deberán sentir algún alivio en la siempre deficitaria transportación de pasajeros de la capital con la entrada en servicio de 400 microbuses y 90 ómnibus adquiridos por el país.
La buena noticia la dio el ministro del Transporte, Adel Yzquierdo, quien recordó que recientemente se incrementó hasta 700 el número de guaguas (así le dicen los cubanos) que circulan por la capital, aunque todavía resultan insuficientes para una ciudad en la que se trasladan diariamente más de un millón de personas en ese medio de locomoción.
Para muchos lo más llamativo es la entrada en funcionamiento de los microbuses de 12 plazas, que resultan mucho más útiles para aliviar las necesidades de transporte en la ciudad que las numerosas líneas de taxis ruteros que se han abierto en el último año con modernos coches Hyundai o Lada.
Hay quienes dicen que el objetivo de ese equipamiento es hacerle la competencia a los taxis privados (los llamados almendrones), pero en Radio bemba las voces más lúcidas advierten que con las deficiencias casi eternas que padece el transporte público en la ciudad, no hay posibilidad de hacer competencia, sino que, por el contrario, existe suficiente mercado para todos, privados y estatales.
