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Desde el malecón

Goodbye, Western Union, plan B en marcha

Western Union cerrará sus 407 sucursales en Cuba por las sanciones de EEUU.

Western Union

Míster Trump hizo de las suyas y presionó para el cierre definitivo de las actividades de la Western Union en Cuba y poco después de la noticia, ya estaba listo un moreno armado con un martillo de carpintero para con par de golpes secos en el centro del cartel clavado en un árbol del jardín de un otrora palacete privado, derribar la señal con el logotipo verde-negro de la multinacional que indicaba la presencia allí de una de sus 407 oficinas en toda la isla.

Colmada la copa por sanciones y otros actos de mala voluntad desde hace un buen rato, ahora toca eliminar la principal y única forma legal u ordenada de recibir más tres mil millones del equivalente a euros anuales, según Havana Consulting Group, una organización radicada en Miami y dedicada a esos menesteres financieros.

El blanco ha sido la financiera Fincimex, de la corporación Cimex, bajo tutela del grupo Gaesa, perteneciente a las Fuerzas Armadas cubanas y bajo cuyo paraguas estaba la Western Union.

Entretanto, y hasta el 27 de noviembre, algunos puestos de pago de la WU proseguirán sus servicios, aunque según fuentes no oficiales ya se encuentran cerradas más de 50 de estas oficinas y el resto seguirá el mismo camino.

Algunos especialistas locales e internacionales sostienen que una tercera parte de la población local recibe remesas por esta vía, así como que constituye la segunda fuente de ingresos de la isla.

Margaret D. Fogarty, portavoz para las Américas, de la transnacional gringa con sede en Denver, Colorado, ha declarado que “estaban estudiando el asunto.”

Sin embargo, todo parece indicar que el cierre tendrá un carácter irreversible (salvo que gane Biden), lo cual traerá consigo una variante no muy deseada por las autoridades cubanas, muy necesitadas de moneda fuerte ante la actual crisis y compromisos financieros, y que no será otro que un plan B, que la gente reciba el dólar contante y sonante de las propias manos de “mulas”, parientes o amigos porque el flujo monetario va a continuar a las buenas o a las malas.

Volverán dólares y euros a imperar por montes y ciudades de la isla para matizar todavía más el panorama de la futura unificación monetaria y cambiaria que resulta inminente.

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