El Gobierno de Cuba ha endurecido las restricciones en varias provincias y municipios, entre ellos La Habana, ante el aumento de contagios de coronavirus, que ha llevado al país a registrar sus peores recuentos diarios desde el inicio de la pandemia de COVID-19.
Los datos han empeorado en Cuba desde diciembre, cuando el país se abrió de nuevo a la llegada de viajeros internacionales. El Ministerio de Salud informó el martes de 487 nuevos positivos, una cifra sin precedentes que eleva a 15.954 los diagnósticos realizados hasta la fecha.
Al menos 155 personas han perdido la vida por consecuencias derivadas de la COVID-19, dos más que en el balance previo, y 25 pacientes permanecen en unidades de cuidados intensivos, ocho de ellos en estado crítico, según los datos oficiales del Gobierno.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se ha mostrado confiado de que el país logrará superar este nuevo repunte, si bien el Gobierno considera necesario que varias zonas retrocedan de fase. En este sentido, ha abogado por tomar medidas cuanto antes para aislar los contagios y frenar la transmisión local.
Las autoridades estiman que en todo el país hay más de 3.000 casos activos y preocupa especialmente la evolución de La Habana, Matanzas, Santiago de Cuba, Guantánamo y Villa Clara. En el caso de la capital, retrocede a la fase de transmisión autóctona limitada, después de tener 83 casos de media al día en la última semana.
Esta fase, en la que se encuentran más de una treintena de localidades, implica la suspensión de las clases a partir de este jueves, informa la prensa oficial de la isla.
