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José Enrique FORCADA Director de Empresa Industria Electrónica

Con permiso... Tres preguntas

En declaraciones a la agencia Prensa Latina, el director de Empresa Industria Electrónica (EIE), José Enrique Forcada, asegura que para avanzar en el ahorro de costes su empresa, hasta ahora una ensambladora pura, ha iniciado la producción en la Isla de algunos componentes de los electrodomésticos que fabrica . En 2006, esta compañía, pertenciente al Frente de la Electrónica del Ministerio de Informática y Comunicaciones, centrará sus actividades en la puesta en el mercado interior del ATEC Haier. Un nuevo televisor realizado en colaboración con China destinado a sustituir a medio plazo al popular modelo Panda. En declaraciones a la agencia Prensa Latina, el director de Empresa Industria Electrónica (EIE), José Enrique Forcada, asegura que para avanzar en el ahorro de costes su empresa, hasta ahora una ensambladora pura, ha iniciado la producción en la Isla de algunos componentes de los electrodomésticos que fabrica . En 2006, esta compañía, pertenciente al Frente de la Electrónica del Ministerio de Informática y Comunicaciones, centrará sus actividades en la puesta en el mercado interior del ATEC Haier. Un nuevo televisor realizado en colaboración con China destinado a sustituir a medio plazo al popular modelo Panda.

-¿Cuáles son los proyectos inmediatos que se dispone a a abordar su compañía de cara al próximo año?

-En el futuro inmediato, la Empresa Industria Electrónica (EIE) empezará a fabricar a finales de año un nuevo televisor de ensamblaje nacional, el ATEC-Haier, pensado como sucesor del popular Panda. El ATEC, mucho más adaptado a las necesidades del mercado cubano, se presentará dos modelos de 19 y 21 pulgadas. Se trata de un televisor más actual que el anterior, cuyo diseño responde a las condiciones de Cuba, y que incluye la tropicalización de todos sus componentes que han sido certificados por el Laboratorio de Tropicalización (LABET), con el fin de que estos equipos puedan ser más resistentes a la corrosión y el grado de salinidad del medio ambiente. Se trata de una televisión con voluntad de permanencia en el mercado cubano, al menos hasta que se produzca su obsolescencia tecnológica. Precisamente para asegurar esta continuidad, en los contratos suscritos con el socio chino se ha previsto que esté garantizado el suministro de piezas de repuesto. Junto al ATEC, también vamos a concentrarnos en poner en marcha una nueva línea de monitores para ordenador.

-¿Qué ventajas obtiene Cuba al ensamblar en la Isla las unidades destinadas a cubrir la demanda del mercado interno?

– Junto con el beneficio de disponer en el país de una fábrica de televisores y el ahorro de coste que supone, se gana también independencia tecnológica y se aprovecha la fuerza de trabajo cualificada y la capacidad fabril instalada en el EIE que permite en producir unos 1.300 televisores al día. Además se consigue tener un producto que puede exportarse desde aquí, cuyas ventajas competitivas se basan en el diseño y la manufactura, así como en la experiencia adquirida por los especialistas cubanos que diseñaron este equipo, en colaboración con los técnicos del Centro de Desarrollo de la Televisión de Shanghai. Gracias a esta colaboración se han realizado mejoras significativas en el ATEC. Por ejemplo, un diseño más eficiente a la fuente de alimentación, que rebaja el consumo de corriente cuando la unidad permanece en “stand-by” para que pueda ser encendida con el mando a distancia. Se realizó un estudio sobre 38 marcas y 72 modelos que consumían en esa situación por encima de 6,5 watios. Nosotros hemos conseguido que el ATEC consuma sólo tres.

-¿Cuál es la estrategia que aplica EIE para conseguir su objetivo de recortar los costes de producción?

-La producción internacional de electrodomésticos está altamente globalizada, de modo que en el control de costes juega un papel fundamental la rebaja de la factura correspondiente al transporte. En términos industriales, el costo en fletes de los televisores se divide en varias partes: embalaje, gabinetes plásticos, componentes electrónicos y tubo de pantalla. Este último no puede producise en Cuba. Ni tampoco generaría un valor añadido de ningún tipo. De hecho, sólo existen cuatro o cinco fabricantes en el mundo que suministran el producto a todas las marcas. Por eso hay que incidir en otros elementos. Por ejemplo , logramos reducir el costo del primer millón de Pandas en 19,2 millones de dólares, gracias a haber fabricado el embalaje de carton y poliespuma en el país. Ahora trabajamos sobre la placa de circuito impreso, que se comenzará a producir en la Isla en una línea que debe arrancar a principios del 2006, con la última tecnología china, que nos permitirá fabricar 6.000 metros cuadrados de placas. Una cantidad suficiente para cubrir nuestras necesidades.

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