El senador republicano por Florida, Mel Martínez desarrolla estos días una fuerte oposición al proyecto que impulsa su compañero de partido y congresista por el estado de Pennsylvania John Peterson. El senador republicano por Florida, Mel Martínez desarrolla estos días una fuerte oposición al proyecto que impulsa su compañero de partido y congresista por el estado de Pennsylvania John Peterson. Peterson promueve una propuesta de ley que eliminaría las actuales prohibiciones que preservan ciertas zonas costeras de EEUU de la búsqueda de fuentes de energía. Y más en concreto destruiría el blindaje de las costas del Golfo de México en general, y de Florida en particular.
El congresista tiene un argumento curioso: asegura que en esa zona, a pocos kilómetros, el Gobierno cubano permite que varias empresas internacionales, entre ellas la hispanoargentina Repsol-YPF, realicen trabajos para detectar posibles bolsas de petróleo y gas natural. Pero Mel Martínez no está de acuerdo. Cree que estas prospecciones petrolíferas se configuran como un grave peligro para el ecosistema. Sin embargo, sí comparte con Peterson su preocupación por los movimientos de Cuba y sus socios en el área. Claro que él propone algo bien distinto. Quiere que Washington impida estos Y, tiene un plan para conseguirlo: presionar a los socios internacionales de La Habana para que abandonen la zona. Lo único nuevo de esta versión energética ampliada de la vigente Ley Helms-Burton es que Martínez busca el apoyo de los grupos ecologistas en la tarea y asegura, que aunque está en contra de Fidel Castro, se mueve sólo proteger el medioambiente del Golfo de México.
