Los peores augurios parecen haberse cumplido, la industria azucarera cubana no alcanzará este año las cifras de producción previstas por las autoridades del sector, debido, según han declarado portavoces del Gobierno, a la tardía entrada en funcionamiento de más de la mitad de las fábricas dedicadas a esta industria. Los peores augurios parecen haberse cumplido, la industria azucarera cubana no alcanzará este año las cifras de producción previstas por las autoridades del sector, debido, según han declarado portavoces del Gobierno, a la tardía entrada en funcionamiento de más de la mitad de las fábricas dedicadas a esta industria.
El pasado mes de febrero, el propio presidente, Fidel Castro afirmó que en la presente campaña habría una caída de al menos el 40% sobre las cifras del año pasado, cuando se obtuvieron 2,5 millones de toneladas. El mandatario incluso arriesgó una cifra: 1,7 millones de toneladas, cuyo cumplimiento calificó de difícil. Tenía razón, finalmente apenas se alcanzará la tonelada y media.
Ahora, algunos expertos creen que con estas cifras de producción tan reducidas, Cuba puede tener problemas para cumplir con las cifras marcadas en los contratos de exportación y quizá se vea a obligada a comprar azúcar en el exterior.
Sin embargo, la mayor de las Antillas parece tener planes para relanzar el sector en los próximos años, aunque ahora el principal objetivo sería la elaboración de etanol (un producto elaborado con caña de azúcar) un combustible que aparece ahora como la principal alternativa a la gasolina.
