El vicepresidente cubano, Carlos Lage, envía al presidente centroamericano, Óscar Arias, una carta en la que dice que fue él quien suspendió el encuentro con éste, previsto en la toma de posesión del reelegido presidente colombiano, Álvaro Uribe, al conocer las declaraciones de Arias de que en la entrevista «enviaría un mensaje dirigido al compañero Raúl Castro, en el que haría demandas irrespetuosas e injerencistas». El vicepresidente cubano, Carlos Lage, envía al presidente centroamericano, Óscar Arias, una carta en la que dice que fue él quien suspendió el encuentro con éste, previsto en la toma de posesión del reelegido presidente colombiano, Álvaro Uribe, al conocer las declaraciones de Arias de que en la entrevista «enviaría un mensaje dirigido al compañero Raúl Castro, en el que haría demandas irrespetuosas e injerencistas».
Por su parte, Arias contrataca y, pese a decir ignorar la carta de Lage por “ofensiva”, declara que aboga “por un cambio de régimen y no por una sucesión monárquica en Cuba”, por lo que descarta retomar las relaciones diplomáticas entre ambos países.
