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Carlos Lage parece retomar el papel de interlocutor de los empresarios internacionales

En 15 días...

Los apostadores callejeros de La Habana, y de otras ciudades de la Isla, no necesitaban la entrevista concedida esta semana por el canciller cubano Félipe Pérez Roque para jugársela a que Fidel Castro no podrá estar presente en los actos previstos para el próximo mes de diciembre, con los que se conmemorará el 50 Aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y fecha a la que el propio comandante había diferido la celebración de su 80 cumpleaños. Los apostadores callejeros de La Habana, y de otras ciudades de la Isla, no necesitaban la entrevista concedida esta semana por el canciller cubano Félipe Pérez Roque para jugársela a que Fidel Castro no podrá estar presente en los actos previstos para el próximo mes de diciembre, con los que se conmemorará el 50 Aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y fecha a la que el propio comandante había diferido la celebración de su 80 cumpleaños. Pero, sin una certeza total, desde luego, porque todavía todo es posible, el hecho de que Pérez Roque haya matizado su discurso para decirle a una agencia de prensa internacional que el retorno del líder al poder no es inminente ha reforzado la opción de los escépticos. Y, mientras, la normalidad sigue siendo el hilo conductor de la vida cotidiana de los cubanos y de los actos oficiales o los eventos programados que se cumplen con una puntualidad escrupulosa en todos los casos.

Así ha ocurrido, por ejemplo, con la Feria Internacional de La Habana, en la que se han repetido por todas partes casi los mismos comportamientos y también ha habido algunas novedades. Entre otras, la mayor visualización de Carlos Lage, una figura que siempre se ha entendido bien con los empresarios internacionales con intereses en la Isla y a quien comunmente se considera el responsable de los tímidos aires de apertura que, hace algunos años, llegaron a la economía cubana, como forma de superar las dificultades del periodo especial. Un regreso que ha sido muy bien visto por los sectores corporativos extranjeros.

Y también, una casi confirmación de algunos rumores que circulan en estos días por la Isla y que indican que, en un movimiento clásico de vaivén tan habitual en la política cubana, el Ejecutivo de la Isla puede estar plánteandose una cierta revitalización del castigado sector de los trabajdores por cuenta propia. Los cuentapropistas, una figura que también se consagró en la tímida apertura de 1995, pueden volver. En las calles de La Habana se dice que, antes de que acabe el mes, se va a publicar una nueva lista oficial con las actividades permitidas.

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