Gracias al Programa Nacional de Atención al Niño Cardiópata, Cuba ha reducido la mortalidad infantil por cardiopatías congénitas desde 3,5 por mil recién nacidos vivos en 1980 hasta 0,5 al cierre de 2006. Gracias al Programa Nacional de Atención al Niño Cardiópata, Cuba ha reducido la mortalidad infantil por cardiopatías congénitas desde 3,5 por mil recién nacidos vivos en 1980 hasta 0,5 al cierre de 2006. Entre 1986 y el año pasado se han operado más de 6.000 pacientes de entre cero y 19 años y se han realizado casi 6.000 estudios hemodinámicos, de los cuáles alrededor de 1.000 fueron cateterismos, un tipo de cirugía cardiovascular de mínimo acceso, que en la mayoría de las ocasiones puede evitar la intervención quirúrgica, en el hospital William Soler de La Habana, centro de referencia en esta especialidad.
