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Se mantiene la incertidumbre sobre la inversión extranjera en Cuba

El pasado 26 de julio, el presidente en funciones de Cuba, Raúl Castro, incluyó en su dicurso de celebración del asalto al Cuartel Moncada, pronunciado en la ciudad de Camaguey, unas palabras que despertaron el interés y la esperanza de los inversores internacionales con intereses en la Isla. El pasado 26 de julio, el presidente en funciones de Cuba, Raúl Castro, incluyó en su dicurso de celebración del asalto al Cuartel Moncada, pronunciado en la ciudad de Camaguey, unas palabras que despertaron el interés y la esperanza de los inversores internacionales con intereses en la Isla. Raúl aseguró que La Habana estudiaba fórmulas para propiciar un sustancial aumento de la inversión extranjera sin los errores ni las ingenuidades del pasado. Sus palabras incluso plantearon el perfil del tipo de socio ideal: inversores serios que inviertan capital y garantice mercado, e incluso aseguró que el proceso tendría lugar en un marco legal perfectamente definido, que aseguraría siempre la propiedad al Estado cubano.

Sin embargo, casi dos meses después de este anuncio, las novedades concretas siguen sin producirse. Una cricunstancia que, según fuentes diplómaticas europeas residentes en La Habana, impide la puesta en marcha de muchos proyectos que po­drían ser vitales para el desarrollo económico de Cuba. Sobre todo, los relacionados con la actividad inmobiliaria necesaria para dar un nuevo impulso al decaído sector turístico.

Desde algunos despachos de abogados, con clientes interesados en estos proyectos, se habla de la falta de definición jurídica en asuntos vitales como la propiedad de las zonas comunes en las nuevas construcciones como uno de los principales obstáculos.

A pesar de ello, lo cierto es que desde el pasado mes de abril, en los ambientes empresariales europeos se conoce el tipo de proyectos que Cuba quiere impulsar y los sectores en los que busca socios internacionales.

Se trata del turismo, en cuyo seno se quieren impulsar nuevas zonas y promover la construcción de campos de golf y parques temáticos; las industrias básica, azucarera y sideromecánica, las infraestructuras informáticas, las telecomunicaciones y la producción de gas y petróleo.

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