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El año se despide de Cuba con un titular periodistico contundente: “En 2007 no pasó nada”

En 15 días...

Con Fidel Castro retirado de la primera línea política durante todo 2007, en Cuba se ha podido rememorar a lo largo del año aquello que se decía en la última época de Franco, y las instituciones han seguido con su funcionamiento habitual sin que haya sido perceptible la falta del control diario que el líder revolucionario histórico ejercía sobre ellas. Con Fidel Castro retirado de la primera línea política durante todo 2007, en Cuba se ha podido rememorar a lo largo del año aquello que se decía en la última época de Franco, y las instituciones han seguido con su funcionamiento habitual sin que haya sido perceptible la falta del control diario que el líder revolucionario histórico ejercía sobre ellas. Y, mientra tanto, los ciudadanos de la Isla han permanecido instalados en su habitual dicotomía, un tanto esquizoide, de quienes se ven forzados a combinar cada jornada la realidad oficial con sus problemas diarios, una mecánica que ha contribuido a que el resultado de la ecuación planteada por la coexistencia de ambos términos haya sido el de la consolidación de la “resolvedera”, incluso en estos tiempos de supuesta incertidumbre. Una circunstancia que quizá haya supuesto también un pequeño aumento de la corrupción a pequeña escala.

Para 2008, y en el plano de los grandes titulares políticos, se espera que haya alguna novedad aportada por las próximas elecciones a la Asamblea Nacional del Poder Popular, sorpresas que tendrían relación con los eventuales cambios que quizá se piensa introducir para llegar sin sobresaltos al 31 de diciembre del próximo año, en el que se producirá la celebración del 50 Aniversario del Triunfo de la Revolución cubana.

Ante la ausencia del poder omnímodo que representaba Fidel, algunos piensan que el grupo que ahora toma las decisiones de gobierno intentará tomar posiciones en sectores sensibles, como el que representan las empresas mixtas, por lo que éstas pasarán a depender de un Consejo de Estado refundado, en lugar de colgar como ahora de las estructuras empresariales de los ministerios. Muchos otros creen que esta teoría no es más que el típico cuento para despedir el año. Y quizá acierten. Por nuestra parte, sólo queda desearle lo mejor a Cuba y a su pueblo en el año que tiene que llegar y también, por supuesto, hacer extensivo ese mismo deseo a todos nuestros lectores.

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