El insistente rumor, ampliamente difundido por Radio Bemba (nombre que recibe en Cuba la circulación de informaciones callejeras) desde hace meses, de que la nueva Asamblea Nacional del Poder Popular va a adoptar algunas medidas que eliminarán las actuales restricciones a la compra-venta de casas, sumado al tradicional déficit habitacional de la Isla, ha provocado una inusual animación en el particularísimo mercado de la vivienda de la mayor de las Antillas. El insistente rumor, ampliamente difundido por Radio Bemba (nombre que recibe en Cuba la circulación de informaciones callejeras) desde hace meses, de que la nueva Asamblea Nacional del Poder Popular va a adoptar algunas medidas que eliminarán las actuales restricciones a la compra-venta de casas, sumado al tradicional déficit habitacional de la Isla, ha provocado una inusual animación en el particularísimo mercado de la vivienda de la mayor de las Antillas.
Otro factor que, según fuentes diplomáticas europeas residentes en la Isla, también contribuiría a este “esplendor inmobiliario”, es el hecho de que en todas las propuestas de futuro presentadas por la oposición exterior desde que Fidel Castro cedió temporalmente el poder en julio de 2006 se contempla el mantenimiento de la propiedad residencial en favor de los actuales habitantes de los inmuebles.
La promesa está incluida también en las hojas de ruta para el cambio hacia la democracia de los grupos anticastrista radicales.
A pesar de sus peculiaridades, que casi convierten al mercado inmobiliario cubano en una especie única en el mundo, según diversas fuentes consultadas por Cuba Económica, este sector está inmerso desde hace meses en una imparable escalada de los precios que afectaría por igual a las permutas y al mercado negro.
En el primer caso, estos cambios de domicilios entre particulares, que suelen realizarse a través de un agente autorizado y que la legislación permite, se ha detectado tanto una subida de las comisiones de los agentes, denominados corredores de permuta, como un aumento de las exigencias de los propietarios afectados.
Pero, las permutas suelen ir acompañadas de otro tipo de compensaciones monetarias que se pagan bajo la mesa, ilegales pero totalmente extendidas, y es en este tramo oculto de la transacción donde la subida imparable de los precios se hace más patente.
