Hilda Cuesta, quien hasta ahora ocupaba el cargo de presidenta de la agencia empleadora Acorec, ha sido cesada por las autoridades económicas cubanas, aunque, según las versiones que circulan por la capital habanera, la destitución se produjo cuando ella misma había decidido ya presentar su dimisión. Hilda Cuesta, quien hasta ahora ocupaba el cargo de presidenta de la agencia empleadora Acorec, ha sido cesada por las autoridades económicas cubanas, aunque, según las versiones que circulan por la capital habanera, la destitución se produjo cuando ella misma había decidido ya presentar su dimisión.
La oposición de los afectados al nuevo régimen fiscal al que estarán sujetos los trabajadores cubanos que desarrollen su trabajo en las empresas mixtas (compuesta por un socio de la mayor de las Antillas y otro internacional) ha propiciado este relevo que, según fuentes diplomáticas europeas residentes en La Habana, sería consecuencia de la tumultuosa asamblea protagonizada por los afiliados a esta agencia empleadora que no se manifestaron muy dispuestos a aceptar de buen grado una norma que grava las compensaciones salariales que reciben en divisas.
Los ecos de esta muestra inusual de tensión laboral en Cuba han sido ampliamente recogidos por la prensa internacional, lo que no habría sentado muy bien en La Habana.
