La euforia inicial por la reforma agraria anunciada por el presidente Raúl Castro comienza a diluirse entre los campesinos cubanos. La euforia inicial por la reforma agraria anunciada por el presidente Raúl Castro comienza a diluirse entre los campesinos cubanos. El Gobierno cubano ha asegurado que los cambios en el sector agrícola de la Isla no empezarán a arrojar resultados en su balanza comercial hasta el próximo año 2009, con una disminución de las importaciones de alimentos de entre un 5% y un 10%.
Así, el optimismo tras el anuncio ha pasado a un segundo plano entre los agricultores de la mayor de las Antillas. El Gobierno que preside Raúl Castro ya ha entregado tierras en usufructo a los campesinos, pero no en propiedad, lo que, al parecer, ha hecho que empiecen a surgir distintas iniciativas para que las autoridades profundicen en la citada reforma, y atajar de forma definitiva los verdaderos problemas de la crisis alimentaria por el aumento de los precios.
Incluso se rumorea que algunos grupos de agricultores, incitados al parecer por disidentes cercanos a Washington, podrían mandar una carta al Consejo de Estado cubano, para pedir una nueva legislación agraria que garantice la iniciativa privada, coincidiendo con el objetivo de Raúl de reducir las importaciones. Según las cifras del Ministerio de Agricultura, Cuba gastará este año alrededor de 1.900 millones de dólares (1.225 millones de euros) en la importación de alimentos, que serán destinados en un 84% a la canasta básica de la población. En el caso del arroz, el Ministerio espera disminuir en los próximos cinco años las importaciones en un 50%, y en el caso del frijol en un 30%.
Eliminación de empresas
El viceministro de Agricultura, Juan Pérez Lama, explicó durante una rueda de prensa en La Habana, que “se está reduciendo el número de empresas que existían a partir de que se entregó la tierra a las cooperativas, a los trabajadores, y estas empresas que antes eran productoras ya no es necesario que existan”. Con relación a la inversión extranjera, Pérez Lama señaló que el Gobierno va a trabajar sobre la base de la “producción cooperada”, dejando a un lado la fórmula de empresa mixta, con criterios como el de pre financiación y distribución de las ganancias en función de la aportación de cada empresa. “En la medida en que eso sea sólido y dé resultados a ambos, podremos dar paso a otro tipo de producción que puede ser empresa mixta”, agregó Lama, quien aseguró que ahora prácticamente no quedan empresas mixtas en la agricultura de la Isla.
Cuba importa el 84% de los alimentos que consumen sus 11,2 millones de habitantes, la mayoría de las tierras cultivables de la Isla están ociosas o subutilizadas.
