El 1 de enero de 2009 se cumplirán 50 años del triunfo de las tropas revolucionarias dirigidas por Fidel Castro sobre el Ejército regular cubano que defendía la presidencia de Batista. El 1 de enero de 2009 se cumplirán 50 años del triunfo de las tropas revolucionarias dirigidas por Fidel Castro sobre el Ejército regular cubano que defendía la presidencia de Batista. La conmemoración de perfil más bajo de lo esperado se ha visto rodeada de una guerra de cifras.
Los críticos del exilio se basan en los indicadores de consumo cubanos de la década de los cincuenta, como el número de vehículos por habitante, por ejemplo, para cuestionar los logros de la saga familiar que se ha mantenido en el poder durante las últimas cinco décadas.
Esta visión es muy parcial y obvia otros indicadores que en la misma época justificaron que el triunfo revolucionario contara con un amplio consenso de diferentes fuerzas que eran favorables a impulsar el cambio, como el hecho de que sólo el 8% de la población acumulara en la época la propiedad de todo el territorio o la elevadísima mortalidad infantil. En cualquier caso, las celebraciones coinciden con una crisis económica mundial que afecta a la Isla y deslucen los guarismos.
También han cambiado las cosas para los Díaz Balart, la familia política de Fidel que aún reina en el anticastrismo de Miami. En los últimos tiempos han orientado su acción política a representar al exilio venezolano.
