Pasados los primeros análisis sobre los motivos de la destitución de Pérez Roque y Carlos Lage, lo único cierto es que el nuevo equipo económico del menor de los Castro ha puesto de manifiesto la intención del mandatario para imponer una disciplina militar en una economía devastada por los 10.000 millones de dólares en daños a causa de los huracanes, el aumento del precio de los alimentos y la reducción en los ingresos. Pasados los primeros análisis sobre los motivos de la destitución de Pérez Roque y Carlos Lage, lo único cierto es que el nuevo equipo económico del menor de los Castro ha puesto de manifiesto la intención del mandatario para imponer una disciplina militar en una economía devastada por los 10.000 millones de dólares en daños a causa de los huracanes, el aumento del precio de los alimentos y la reducción en los ingresos. Dos hombres parecen ser la clave de Raúl para afrontar estos problemas: Rodrigo Malmierca y Ricardo Cabrisas. Ambos tendrán bajo su control todos los aspectos económicos relacionados con la inversión extranjera y el comercio exterior, fundamental para la recuperación económica de la Isla. Desde noviembre de 2008, Malmierca ocupaba la cartera de la Inversión Extranjera, en sustitución de Marta Lomas. Lomas también era uno de los bastiones de Lage en el Gobierno, y su destitución ya confirmaba de algún modo la pérdida de influencia de éste, especialmente tras el nombramiento de Ricardo Cabrisas como nuevo vicepresidente.»El año que termina ha sido, sin duda alguna, uno de los más difíciles desde el período especial», aseguraba a finales de 2008 José Luis Rodríguez, entonces ministro de Economía y Planificación. Rodríguez fue uno de los 10 altos funcionarios despedidos el lunes pasado. Su cargo lo ha pasado a ocupar Marino Alberto Murillo Jorge, hasta entonces ministro de Comercio Interior. Por su puesto, Francisco Soberón sigue al frente de la política monetaria del país.
