Cuba parece dispuesta a superar sus dificultades económicas con la ayuda de sus históricos aliados. Es el caso de la canadiense Sherrit. Las deudas del Estado con la compañía amenazaban con romper la relación con su mejor aliado en el sector del níquel. Cuba parece dispuesta a superar sus dificultades económicas con la ayuda de sus históricos aliados. Es el caso de la canadiense Sherrit. Las deudas del Estado con la compañía amenazaban con romper la relación con su mejor aliado en el sector del níquel. Un lujo que las autoridades no se pueden permitir. Los acuerdos de producción permiten al Gobierno adquirir el crudo extraído por Sherritt en su territorio, y el país contaba con el valor de ese crudo en el mercado para compensar a Sherritt por la producción del níquel isleño. La caída de los precios del metal hizo que aumentara su deuda con la firma. Muchos se alegrarán del acuerdo alcanzado entre ambas partes, por el que Cuba pagará a Sherrit una deuda atrasada de 162 millones de dólares en un plazo de cinco años. Eso sí, la compañía reducirá su extracción de crudo después de que el Gobierno de Raúl Castro adquiriera un acuerdo de producción conjunta en su costa norte. Aunque le siguen debiendo millones, la compañía ha querido demostrar su apoyo una vez más a la Isla al asegurar que el banco nacional de Cuba garantizó que no se retrasará en sus pagos de 2009, y que ya ha abonado los 18,5 millones que le debía por la producción y la extracción de crudo y gas natural del mes de enero.
