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Waldo Reboredo,Vicepresidente de Telecomunicaciones Gran Caribe

En declaraciones a Prensa Latina, Waldo Reboredo, vicepresidente de Telecomunicaciones Gran Caribe, ha asegurado que el tendido y la explotación del cable submarino de comunicaciones entre Cuba y Venezuela del que se encargará su empresa es un paso necesario e indispensable para asegurar la independencia tecnológica de Latinoamérica. En opinión de Reboredo, la actual necesidad de la región de conectarse con el resto del mundo siempre a través de EEUU es un obstáculo para su desarrollo, en primer lugar, pero también contribuye a aumentar los costes operativos y a disminuir el ancho de banda disponible y la velocidad de conexión. En declaraciones a Prensa Latina, Waldo Reboredo, vicepresidente de Telecomunicaciones Gran Caribe, ha asegurado que el tendido y la explotación del cable submarino de comunicaciones entre Cuba y Venezuela del que se encargará su empresa es un paso necesario e indispensable para asegurar la independencia tecnológica de Latinoamérica. En opinión de Reboredo, la actual necesidad de la región de conectarse con el resto del mundo siempre a través de EEUU es un obstáculo para su desarrollo, en primer lugar, pero también contribuye a aumentar los costes operativos y a disminuir el ancho de banda disponible y la velocidad de conexión.

1ª -¿Qué aportará el cable de interconexión que construye su compañía?

-En mi opinión, el cable submarino que unirá, inicialmente a Cuba, Jamaica y Venezuela va a suponer un paso adelante en la búsqueda de la soberanía tecnológica regional. Nos hemos embarcado en este proyecto que acomete Telecomunicaciones Gran Caribe, la empresa mixta cubano-venezolana de la que soy vicepresidente, con el propósito manifiesto de romper con esa situación, con el fatalismo de vernos obligados a transmitir siempre nuestros servicios de telecomunicaciones a través de EE UU. A excepción de un cable que enlaza a Brasil con Europa, todos las demás vías de Latinoamérica en sus comunicaciones con Europa y otros países pasan obligatoriamente por este país norteamericano. Esta es una dependencia total de Latinoamérica y pienso que esa es un situación que debe cambiar. El cable tendrá capacidad para extender en el futuro segmentos hacia Haití, República Dominicana y las Antillas Menores

2ª -¿Cuáles serán los principales beneficios que obtendrán los países implicados en el proyecto?

-Como he dicho antes, la culminación del proyecto permitirá a las naciones que participan él recorrer sus primeros, y muy necesarios paso,s en materia de independencia tecnológica en el sector de las comunicaciones. Un enunciado vital. Este cable tiene definida como fundamental la integración y apertura de las comunicaciones entre los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y el Caribe. La existencia del cable permitirá, por ejemplo, a Cuba multiplicar por 3.000 las velocidades actuales de transmisión de datos, imágenes y voz. Los países implicados en este proyecto saldrán beneficiados también en todas las materias relacionadas con los contenidos del intercambio social. Con su existencia podrán realizarse, entre otras cosas, consultas médicas a distancia y aumentar las relaciones educacionales, lo cual contribuirá al desarrollo económico.

3ª -¿Qué cantidades se manejan como costes posibles del proyecto y cuándo entrará en funcionamiento?

-La inversión prevista inicialmente se acerca a los 70 millones de dólares. Por ahora, es pronto para dar una fecha concreta sobre la finalización de los trabajos. La tirada, que será realizada por la empresa francochina Alcatel Shanghai Bell, con experiencia y prestigio en este tipo de proyectos, se realizará cuando sea posible y no haya interferencias provocadas por la temporada ciclónica. La instalación tendrá una vida útil de 25 años y la inversión se recuperará en plazos que están comprendidos dentro de las normas habituales para estos proyectos. Nuestra empresa tiene la función de invertir y operar el sistema desde el punto de vista técnico y comercial y venderá las capacidades de transmisión a los operadores de telecomunicaciones. Por ahora, en la Isla se mantendrán los servicios de Internet mediante satélite, los únicos permitidos a La Habana a causa de la hostilidad de la Casa Blanca.

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