La inauguración de la III Convención de Ciencias de la Tierra ha servido para que las autoridades cubanas vuelvan a insistir en el aumento de reservas petroleras de la Isla, especialmente en el Golfo de México. La inauguración de la III Convención de Ciencias de la Tierra ha servido para que las autoridades cubanas vuelvan a insistir en el aumento de reservas petroleras de la Isla, especialmente en el Golfo de México. Según las cifras manejadas por la ministra de la Industria Básica, Yadira García, los principales yacimientos se localizan en el área económica del Golfo, de 112.000 kilómetros cuadrados, divididos en 59 bloques petroleros. Las esperanzas por el oro negro en aguas cubanas son muchas, y también para las compañías extranjeras que operan, y otras que esperan operar, en esta zona. Sin embargo, estas perspectivas quedan diluidas por la realidad, que demuestra que el petróleo terrestre es el único que, de momento, da resultados satisfactorios. Los especialistas calculan que el potencial petrolero cubano es de 21.000 millones de barriles de reservas probables, para lo cual se requiere una fuerte inversión y tecnología. Aquí entra en juego el papel de las empresas extranjeras, que tienen en su poder la llave de la financiación para llevar a cabo estos proyectos.
