El presidente de EEUU, Barack Obama, ha iniciado el acercamiento a Cuba con la derogación de las órdenes presidenciales con las que George Bush tensó el embargo. El presidente de EEUU, Barack Obama, ha iniciado el acercamiento a Cuba con la derogación de las órdenes presidenciales con las que George Bush tensó el embargo. A partir de ahora, los cubanoestadounidenses podrán viajar libremente a la Isla y enviar las remesas que deseen sin otro límite que poder demostrar que el dinero no llegará a ningún alto cargo o miembro del Partido Comunista.
Aunque la medida aún no ha entrado en vigor, ya ha sido anunciada oficialmente. Eso sí. El propio Obama se ha encargado de rebajar la euforia generada en los medios internacionales, al no ser él mismo quien ha anunciado la nueva política hacia la Isla. El encargado de hacerlo ha sido Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca. Obama ni siquiera pensó en su secretaria de Estado, Hillary Clinton, para esta tarea que tanta expectación ha levantado en la población mundial. Todo ello a pesar de que el embargo aún sigue en pie. No hay que olvidar que aún queda un largo camino por recorrer, ya que las medidas requieren la aprobación del Congreso y el Senado y también un proceso muy largo que las diferentes legislaciones propias de los estados de la Unión pueden atenuar en sus territorios con normas que restrinjan la ley federal y contra las que habrá que luchar juzgado a juzgado antes de que el panorama pueda considerarse aclarado. Aún así, Obama ha abierto la partida del nuevo ajedrez entre EEUU y la Isla. Pero las piezas protagonistas, tanto las blancas como las negras, siguen observando con un perfil bajo los cambios producidos hasta ahora. Incluso el “columnista” Fidel Castro se ha apresurado a asegurar que Cuba “no pedirá limosnas” al comentar la decisión de EEUU.
