Los últimos cambios en el Gabinete de Raúl Castro también han traído aparejada una nueva distribución de competencias. Los últimos cambios en el Gabinete de Raúl Castro también han traído aparejada una nueva distribución de competencias.
Una de las más destacadas ha sido la de trasladar la gestión de la red estatal encargada de comprar y distribuir el 90% de la producción agrícola del país desde el Ministerio de Agricultura al de Comercio Interior, dirigido por Jacinto Angulo Pardo.
Todo parece indicar que este es un esfuerzo más del presidente Raúl Castro para aumentar la producción y la eficiencia del sector, con el objetivo de reducir la dependencia de las importaciones. La escasez de liquidez ha obligado a la Isla a importar cerca del 80% de los alimentos que consume, en los que el pasado año gastó 2.000 millones de dólares. Cuba tiene alrededor de 250.000 granjas familiares y unas 1.100 cooperativas privadas, responsables de un 70% de la producción de alimentos del país, en menos de un tercio de la tierra cultivada de la Isla. El resto es propiedad del Estado y la mitad de esas tierras son ociosas.
Por eso muchos esperan que este nuevo plan del presidente no se quede en una tímida reforma como la entrega de tierras en usufructo a los cubanos, y algunos incluso aspiran a que el camino emprendido por el nuevo Gabinete del menor de los Castro conduzca a la verdadera necesidad de la población cubana: la entrega de tierras con títulos de propiedad.
