Una vez más, todas las señales que llegan desde Cuba indican que se ha producido un endurecimiento radical de la situación económica de la Isla. Una vez más, todas las señales que llegan desde Cuba indican que se ha producido un endurecimiento radical de la situación económica de la Isla. En este caso concreto, el impacto de la crisis global en la mayor de las Antillas, podría ser el causante de una situación de empeoramiento de las condiciones financieras que, sin embargo, se produce en este territorio sin que sus habitantes hayan gozado de los placeres proporcionados a los ciudadanos de occidente por el crédito barato y la superabundancia de dinero que sirvieron para inflar la burbuja, cuyo estallido ha desembocado en la actual recesión mundial. Como explican últimamente los locutores más veteranos de Radio Bemba (el nombre con el que se conocen allí los rumores callejeros), las cosas estuvieron mal primero y muy mal luego. Sin que sean aún muy evidentes las diferencias entre la depresión económica mundial del momento y las estrecheces que son habituales siempre en Cuba desde la desaparición de la URSS.
Sin embargo, el deterioro de las cuentas públicas ha tenido ya dos consecuencias inmediatas en el país. Primero han llegado las advertencias habituales a socios y proveedores sobre la necesidad de que se armen de paciencia porque el pago de los suministros y servicios se va a dilatar más de lo que suele ser habitual. Luego, ha aparecido el encogimiento del ánimo de la población que se prepara para nuevos recortes en la cuantía y la calidad de los alimentos incluidos en la libreta que compran a precio subvencionado.
Mientras tanto, continúan los avances en la reordenación de los grandes sectores productivos del país que se agrupan bajo el control directo de las Fuerzas Armadas. Según se dice, ahora podría llegar el turno de Cubalse, el mecanismo de logística y distribución de la Isla que pasaría a integrarse en el holding conformado en torno a las Tiendas de Recuperación de Divisas que ya dirige el Ejército cubano. Quizá para contrarrestar este panorama de incertidumbre, La Habana y Washington han decidido reanudar las conversaciones migratorias que interrumpió Bush. Algo sí se mueve, pero muy lentamente.
