Estas nuevas fórmulas para hacer más atractivo el «turismo interno», también han dado paso al debate sobre si la Isla tendría la capacidad suficiente para acoger a la ola de turistas que se esperan si finalmente el Gobierno estadounidense decide levantar las restricciones a los viajes a la Isla, algo que de momento parece altamente improbable. Estas nuevas fórmulas para hacer más atractivo el «turismo interno», también han dado paso al debate sobre si la Isla tendría la capacidad suficiente para acoger a la ola de turistas que se esperan si finalmente el Gobierno estadounidense decide levantar las restricciones a los viajes a la Isla, algo que de momento parece altamente improbable. Según publica la prestigiosa agencia Bloomberg, Miguel Figueras, asesor del Ministerio de Turismo de Cuba, aseguró en una entrevista que el país sí sería capaz de afrontar este aumento de viajeros. Actualmente, los cambios introducidos por la Administración Obama sólo incluyen a los cubano-americanos. Según Figueras, las autoridades cubanas coinciden con los cálculos publicados por la American Society of Travel Agents, que agrupa a agentes de viaje de EEUU, sobre el número de visitantes estadounidenses que llegarían a la Isla si finalmente el Gobierno decide levantar las restricciones. La cifra rondaría los 835.000 turistas estadounidenses por año, excluyendo a los que lo hagan en cruceros o visitas familiares de cubano-estadounidenses.
