A LA CONVOCATORIA A UN NUEVO DEBATE NACIONAL para, según el propio Raúl Castro, refundar el socialismo, ha dejado sentimientos encontrados entre los cubanos. A LA CONVOCATORIA A UN NUEVO DEBATE NACIONAL para, según el propio Raúl Castro, refundar el socialismo, ha dejado sentimientos encontrados entre los cubanos. Aunque algunos sostienen que esta iniciativa es un esfuerzo para involucrarles en el mejoramiento de sus vidas, la mayoría sospecha que no se trata más que de una trampa para imponer medidas de austeridad que ya han sido decididas por el Gobierno.
Los rumores que hace unas semanas llegaban desde Radio Bemba comienzan a tomar forma para unos ciudadanos que cada vez ven más cerca la supresión de la comida y la merienda en los centros de trabajo, a cambio, según parece, de 15 pesos cubanos extra para que los empleados puedan comer fuera. Una tarea difícil teniendo en cuenta que los restaurantes pueden acabar de un plumazo con el sueldo base de 17 dólares de estos ciudadanos.
De confirmarse esta nueva política, los trabajadores sólo podrían acceder a alimentos en alguno de los puestos de pizzas y fritos que, de forma legal o no, circulan por las calles de La Habana. Pero todos saben que muchos de estos vendedores de “comida rápida ambulante” consiguen sus suministros precisamente en los comedores de las empresas.
