Algo está cambiando en las relaciones que Cuba mantiene con el mundo. Y también en las que el mundo mantiene con Cuba, desde luego. Vlgo está cambiando en las relaciones que Cuba mantiene con el mundo. Y también en las que el mundo mantiene con Cuba, desde luego. No sabemos bien de qué se trata, ni cuál será el ritmo con el que los equipos situados en el vasto terreno de juego tienen pensado afrontar lo que queda de contienda. Pero hay signos inequívocos de movimientos sorprendentes. Es muy significativo, por ejemplo, que la cancillería española haya conseguido que la Casa Blanca permita que se filtre a la prensa con todo lujo de detalles esa parte de la conversación que mantuvieron en Washington Zapatero y Obama en la que el presidente de EEUU le pedía a su colega español que el ministro Moratinos llevara un mensaje de su parte a Cuba. Una misiva verbal que en síntesis venía a decir algo así como: “tenéis que moveros para que yo me pueda mover más”.
Y, mientras, el flujo de los intercambios culturales y académicos se intensifica y normaliza. Prácticamente, desde que se celebró el famoso concierto por la paz impulsado por Juanes la situación ha regresado a unos márgenes contextuales muy parecidos a los que ribetearon la primera porción de la presidencia de Bill Clinton en los noventa. Por cierto que los catedráticos cubanos que viajan a EEUU tienen una misión. Difundir el mensaje de que, ahora en la Isla se ha abierto un debate en el que va a ser posible hablar de todo. Incluso de derechos humanos o de democracia. Y por si no estaba claro, Bruno Rodríguez, el nuevo canciller cubano lo ha repetido también.
Hay también otros cambios de mucho contenido simbólico cuya dimensión y alcance no podemos explicarnos aún. Uno de ellos, sin duda, es el tributo con honores militares que Raúl Castro, en compañía de Ramiro Valdés, acaba de rendir a Camilo Cienfuegos, cuyo cadáver jamás fue encontrado. Camilo tendrá una estatua en la fachada del Ministerio de las Comunicaciones en plena plaza de la Revolución a sólo cien metros del monumento al ‘Ché‘ Guevara.
