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Raúl ha introducido algunas novedades en la retórica oficial cubana de los discursos de las maniobras militares

En 15 días...

Más de un analista se ha visto sorprendido en estos días por la decisión del Gobierno cubano de poner en marcha Bastión 2009 un amplio ejercicio militar de cuatro de días. Más de un analista se ha visto sorprendido en estos días por la decisión del Gobierno cubano de poner en marcha Bastión 2009 un amplio ejercicio militar de cuatro de días. Sobre todo porque, según ha explicado la prensa local, el ejercicio ha tenido unas dimensiones que no se recuerdan desde 2005 y se ha movilizado a todo el ejército de la Isla. No sólo a las Fuerzas Armadas también el pueblo ha tenido que participar en el evento. Y algo parece seguro, los reservistas, los miembros de los Comités de Defensa de la Revolución y otros miembros de organizaciones cívicas han tenido que dar el «do» de pecho. Lo malo es que un despliegue de tropas de esas características combina mal con los complicados vientos de restricciones energéticas y máxima austeridad petrolera que soplan por la mayor de las Antillas. Quizá esto no sea lo único que ha sorprendido a los cubanólogos. Algunos de ellos se han fijado especialmente en el cambio de ‘calificación’ que estas maniobras ha recibido en las intervenciones públicas realizadas por Raúl Castro y los jefes militares cubanos durante el ejercicio. El primer, día hubo referencias a Washington y a una posible invasión. Así, en la presentación de las maniobras el presidente advirtió que las Fuerzas Armadas combatirían hasta agotar y derrotar al enemigo.

Luego, su segundo, el general de división Leonardo Andollo, fue más específico en televisión al definir el tipo de enemigo contra el que se preparan las tropas. Andollo explicó que se prevé ‘el aumento de la actividad subversiva encaminada a provocar desorden social y que hay que estar listo para enfrentarse a ese peligro. Estas declaraciones han servido para que muchos columnistas internacionales inventen en estos días toda clase de explicaciones sobre el miedo del régimen a las consecuencias de la política aperturista de Obama. Quizá sea cierto o a lo mejor no. O quizá como dicen los analistas de Radio Bemba, pues «vaya usted a saber».

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