Las autoridades económicas cubanas han dado un nuevo paso en su proyecto de ligar los salarios a la productividad. Según una información información publicada por el diario Granma, el órgano oficial del Partido Comunista, a partir del mes que viene los obreros de la construcción de la Isla cobrarán su sueldo en una modalidad internacionalmente muy común: el destajo. Las autoridades económicas cubanas han dado un nuevo paso en su proyecto de ligar los salarios a la productividad. Según una información información publicada por el diario Granma, el órgano oficial del Partido Comunista, a partir del mes que viene los obreros de la construcción de la Isla cobrarán su sueldo en una modalidad internacionalmente muy común: el destajo. Bien conocida, por ejemplo, por los autónomos españoles. Es decir cobrar un salario mensual variable que está en función de los metros cuadrados terminados cada día.
Con esta reforma, el Gobierno de Raúl Castro pretende terminar con el ‘relajo’ que se ha impuesto como norma en el sector e introducir incentivos para aumentar la productividad. Pero, una vez más, quizá no sea fácil realizar el cambio. Sobre todo, si tomamos en cuenta el salario medio de estos trabajadores: 880 pesos cubanos, unos 200 euros. La otra medida que va a introducirse en paralelo, la recolocación del excedente de personal, no es específica de este sector, aunque también por este lado hay características propias que dificultan la agilidad y calidad en el trabajo realizado. En Granma se señalan dos ejemplos de los desajustes en los recursos humanos que las autoridades se proponen combatir: el exceso de custodios (encargados de obra) y el hecho de que algunos proyectos en marcha estén dotados con más del doble del personal necesario.
