Desde hace ya un par de meses ha empezado a percibirse en la mayor de las Antillas una seria y algo preocupante escasez de arroz. Desde hace ya un par de meses ha empezado a percibirse en la mayor de las Antillas una seria y algo preocupante escasez de arroz. Ante la situación, casi límite, el Gobierno de Raúl Castro ha decidido dar orden de que se limiten las ventas de este producto a la población cubana con el objeto de impedir el acaparamiento.
Este es uno de los elementos básicos de la dieta de los cubanos hasta el punto de que la Isla es la séptima nación del mundo en el ranking del consumo per cápita del cereal.
La idea del Ejecutivo de la Isla, según aseguran los expertos en política cubana, es abortar un floreciente mercado negro de este producto, que ha aumentado aún más tras esta escasez.
En este mercado los precios quintuplican el coste a abonar en las bodegas en las que puede adquirirse el arroz, que esta incluido en la libreta de racionamiento y que subvenciona el Estado cubano.
Pero lo que han destacado los diplomáticos de La Habana, es que la vida cotidiana de todos los cubanos cada vez se complica más.
La producción agrícola de Cuba no termina de despegar y la sequía en la mayor de las Antillas persiste desde el pasado mes de noviembre del año 2008, sin que exista una solución aparente a corto plazo.
Esto supone un problema añadido en la Isla, que se ha convertido en un territorio en el que el 70% del agua disponible se utiliza para llevar a cabo las tareas de labranza.
