Muchos observadores aseguran que el verdadero acto central del 26 de julio, se celebró en Artemisa 48 horas antes de la fecha señalada y contó con la presencia de líder carismático de la Isla, el comandante en jefe Fidel Castro, quien, para acentuar la solemnidad de la ocasión volvió a vestir su tradicional uniforme verde olivo. Muchos observadores aseguran que el verdadero acto central del 26 de julio, se celebró en Artemisa 48 horas antes de la fecha señalada y contó con la presencia de líder carismático de la Isla, el comandante en jefe Fidel Castro, quien, para acentuar la solemnidad de la ocasión volvió a vestir su tradicional uniforme verde olivo. Junto a él, no compareció su hermano Raúl, actual presidente del país como hubiera sido lógico. Sí lo hizo Ramiro Valdés, vicepresidente de los Consejos de Estado y Ministros y virtual número tres del régimen, a quien algunas fuentes diplomáticas europeas atribuyen la paternidad de una operación perfectamente diseñada con la que se habría conseguido poner punto final a otro de los símbolos fundamentales del régimen castrista.