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The Dead Daisies

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Los amantes del rock en Cuba, que son más de lo que las apariencias indican, están alborotados estos días, tras el desembarco en La Habana de la banda estadounidense de rock The Dead Daisies. Los amantes del rock en Cuba, que son más de lo que las apariencias indican, están alborotados estos días, tras el desembarco en La Habana de la banda estadounidense de rock The Dead Daisies.

El miércoles último realizó el primero de sus dos conciertos anunciados, nada menos que en la meca de los rockeros de La Habana, el Maxim Rock, un salón que antes fue un cine de barrio venido a menos, cerca de la terminal de ómnibus interprovinciales.

Con un espacio tan reducido, pues el aforo es para poco más de 200 personas, las colas para poder entrar comenzaron desde muy temprano en la mañana y como era lógico fueron más los que se quedaron fuera que quienes lograron ver en vivo y en directo a estos veteranos que, según habían anunciado previamente, llegaron decididos a tender puentes con la música cubana.

Pero fuera de programa y sin previo aviso, sorprendieron a quienes acuden a la Fábrica de Música, un espacio de reciente creación promovido por X Alfonso, en lo que antiguamente fuera una fábrica de aceite comestible y que se ha convertido en uno de los puntos preferidos de los jóvenes y de la bohemia habanera con todo tipo de propuestas culturales y recreativas, y según quienes se encontraban en el lugar y otros bien avisados, “partieron el bate”.

En el Maxim este ensemble que reúne a estrellas de agrupaciones como The Rolling Stones, Guns N’ Roses y Ozzy Osbourne ofrecieron lo que denominan como su propuesta dedicada a la paz, con un recital más acústico y cerrado.

Sin embargo, para el sábado 28, tenían previsto presentarse en el Salón Rosado de la Tropical, con el despliegue de su variante más metalera, para beneplácito de los fans locales.

Esto resulta singular, pues el Salón Rosado de la Tropical, donde hay espacio para unos cuantos miles de personas, es por tradición punto de reunión de los más importantes grupos de música cubana que arrastran a una multitud de bailadores de salsa; pero esta vez ese predio fue cedido para el despliegue de sonoridades bien distintas.

Coordinadas por la Red en Defensa de la Humanidad y el Instituto Cubano de la Música, las presentaciones de esta banda tienen como centro un original repertorio en el que se resumen todas las experiencias acústicas de estos instrumentistas, entre los cuales destaca Bernard Fowler y Darryl Jones, ambos formados en The Rolling Stones.

Jones afirmó que estar en Cuba resulta emocionante para los músicos de cualquier parte del mundo y más, para aquellos que vienen con el deseo de conocer y beber toda la energía de los ritmos de acá.

Adelantó que los cubanos podrán disfrutar de los singles originales con una alta dosis de improvisación, razón que hará único cada encuentro.

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