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Raúl Castro pide al sindicato cubano más mano dura a la hora de despedir

El vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, ha solicitado a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), el único sindicato en la Isla, que participen de manera activa en el programa de reordenamiento laboral, que está siendo implementado desde la autoridades con el fin de reducir el número de funcionarios en una cifra aproximada a los 500.000 trabajadores. El vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, ha solicitado a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), el único sindicato en la Isla, que participen de manera activa en el programa de reordenamiento laboral, que está siendo implementado desde la autoridades con el fin de reducir el número de funcionarios en una cifra aproximada a los 500.000 trabajadores. Era su manera de pedir al sindicato una mayor coordinación con las autoridades que permitan los despidos de una manera ordenada y sin que se creen contextos propicios para las protestas o las irregularidades, que ya se estarían produciendo.

Por su parte, Salvador Valdés, secretario general de la CTC, lejos de mostrar contrariedad por la ingrata labor que se le ha adjudicado al sindicato, señaló que los grandes desafíos económicos del país llaman al movimiento sindical a cambiar sus métodos y estilos, para ejercer una saludable contrapartida ante las violaciones y transgresiones que puedan ir apareciendo en la implementación de los cambios. Y de alguna manera coincidía con el criterio de Arturo Rodríguez, secretario general del Sindicato Metalúrgico: “El Sindicato tiene que tener una lucha constante contra la autocomplacencia”.

Los errores registrados tienen que ver principalmente con los plazos de despido, que no se están cumpliendo, así como con la reelaboración de las plantillas funcionariales. En este sentido, la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Margarita González, destacó que los errores hay compartirlos para que no se repitan, y ante las reclamaciones de trabajadores que revelen irregularidades en la aplicación de la disponibilidad, hay que recomenzar el proceso. El Gobierno cubano quiere poner en marcha una especie de servicio de ofertas laborales. Eso al menos se desprende de las declaraciones de González, que recordó que el proceso no finaliza con el despido, sino que hay que dar seguimiento al trabajador y explotar las alternativas de empleo. Estarán atentos a los casos más desprotegidos para darles asistencia.

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