Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Los cortes en el suministro de agua preocupan a los habitantes de La Habana

La Habana se ahoga, no por el calor, pues todavía el verano está lejos de su apogeo, sino por una sequía que está siendo demasiado prolongada en el tiempo y que ha puesto a correr a las autoridades y a muchos habitantes de la ciudad a punto de vivir como gorgojos. La Habana se ahoga, no por el calor, pues todavía el verano está lejos de su apogeo, sino por una sequía que está siendo demasiado prolongada en el tiempo y que ha puesto a correr a las autoridades y a muchos habitantes de la ciudad a punto de vivir como gorgojos. La situación es complicada, por lo que si no llegan las lluvias pronto el Gobierno deberá de tomar medidas rápidas, que aseguren la hidratación de los ciudadanos y el riego de los cultivos. Normalmente, la mayoría de los barrios recibían al agua un día sí y otro no, pero desde hace meses, existen zonas en las que se ha ido reduciendo paulatinamente el abastecimiento del líquido y si en algunas, hoy, el agua llega cada dos, tres o cuatro días, en otras ni eso.

Las autoridades han tenido que disponer de una flota de camiones pipa para llevar el líquido a la mayor cantidad posible de moradores. Por supuesto, algunos chóferes sin escrúpulos están haciendo su agosto, y por cinco dólares desvían el vehículo y le llenan a usted la cisterna de su casa, y tan campantes.

Lo peor del caso es que tras décadas de falta de mantenimiento de las redes de abastecimiento, que ya de por sí eran muy viejas, la cantidad de agua que no llega a los consumidores y se pierde por el camino es lamentable.

Según cálculos oficiales, más de la mitad del líquido bombeado se queda por el camino, o lo que es lo mismo, La Habana, con alrededor de dos y medio millones de habitantes, «consume» excesiva cantidad de agua.

Más información

Scroll al inicio