Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Los “fidelistas” desaparecen de los puestos de decisión

Tras la no renovación del cargo de Abel Prieto, el todavía ministro de Cultura, en el Comité Central del Partido Comunista Cubano (PCC), se hace pantente la desaparición paulatina, tras la llegada al poder de Raúl Castro, de esa generación llamada a dirijir el país en el post-castrismo. Tras la no renovación del cargo de Abel Prieto, el todavía ministro de Cultura, en el Comité Central del Partido Comunista Cubano (PCC), se hace pantente la desaparición paulatina, tras la llegada al poder de Raúl Castro, de esa generación llamada a dirijir el país en el post-castrismo. Los hubo talibanes, o representantes del continuismo más feroz, como Otto Rivero o Felipe Pérez Roque, hombre que gozaron del favor de Fidel en los últimos compases de su etapa en el poder y que, como el último, desaparecieron de la escena política tras ser acusados de corrupción. También los hubo aperturistas como Carlos Lage o Roberto Robaina, en quienes los cubanos de a pie llegaron a vislumbrar un futuro mejor y que, como sus compañeros anteriores, tambien han sido olvidados. Ya no queda nadie gracias a la sorda y eficiente labor de Raúl y Ramiro. Al propio Fidel, que reapareció en el Congreso y recibió el aplauso de los delegados assitentes, parecen querer desaparecerlos poco a poco. Tal vez sea su última aparición.

Más información

Scroll al inicio