Se ha terminado el congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) y, tras las promesas de cambios y muestras de buena voluntad para impulsar el progreso de la mayor de las Antillas, en La Habana vuelven ahora a enfrentarse a la cruda realidad. Se ha terminado el congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) y, tras las promesas de cambios y muestras de buena voluntad para impulsar el progreso de la mayor de las Antillas, en La Habana vuelven ahora a enfrentarse a la cruda realidad. En esta ocasión, la que encierran los precios de algunos alimentos tan básicos como la leche en polvo, el trigo o el maíz.
La complicada coyuntura económica internacional ha elevado el coste de estos productos y desde Alimport, la empresa estatal cubana que se dedica a la importación de alimentos, se estima que éstas conllevarán un desembolso total de 308 millones de dólares durante 2011. O lo que es lo mismo, un 25% más de lo previsto inicialmente, unos datos que revelan el encarecimiento de la vida en la Isla.