Especialistas del Laboratorio Biológico Farmacéutico (Labiofam) de la central provincia de Ciego de Avila, Cuba, han procedido a incrementar la cría en cautiverio de un alacrán endémico de la Isla, de cuyo veneno se produce un medicamento para tratamientos contra el cáncer. Especialistas del Laboratorio Biológico Farmacéutico (Labiofam) de la central provincia de Ciego de Avila, Cuba, han procedido a incrementar la cría en cautiverio de un alacrán endémico de la Isla, de cuyo veneno se produce un medicamento para tratamientos contra el cáncer.
En la planta de la ciudad de Morón, unos 430 kilómetros al este de La Habana, se obtienen de 900 a 1.000 mililitros de la toxina como promedio mensual, sustancia que luego se envía a los laboratorios de Labiofam de la capital cubana para su procesamiento.
“Por cada ejemplar de Rhopalurus junceus» pueden extraer hasta cinco gotas, según la concentración de proteínas y la fortaleza del escorpión”, según ha informado la técnica de control y calidad del centro, Madelín Hilacha.
La extracción del veneno se realiza a través de estímulos eléctricos que provocan la liberación de la toxina y como promedio cada alacrán aporta 0,02 mililitros, precisó. De ese veneno, Labiofam fabrica un medicamento con nombre comercial ‘Vidatox‘ que, según expertos cubanos, mejora el estado de personas que sufren de tumores cancerígenos en pulmón, mamas, cuello del útero, colon, próstata y páncreas.
La empresa estatal cubana promociona desde hace un tiempo el producto. Este mes ha realizado exposiciones de sus beneficios en México, en la embajada de Cuba en el país.
