El recién creado sector privado entre la ciudadanía cubana, que ahora puede montar negocios del estilo de restaurantes, casas de huéspedes y puestos de venta de alimentos o materiales varios, ha generado un trasvase de funcionarios públicos hacia este ámbito, debido sobre todo a que los sueldos estatales son exiguos y no alcanzan para cubrir las necesidades básicas de alimentación y gastos generales. El recién creado sector privado entre la ciudadanía cubana, que ahora puede montar negocios del estilo de restaurantes, casas de huéspedes y puestos de venta de alimentos o materiales varios, ha generado un trasvase de funcionarios públicos hacia este ámbito, debido sobre todo a que los sueldos estatales son exiguos y no alcanzan para cubrir las necesidades básicas de alimentación y gastos generales. No en vano, los sueldos promedios estatales alcanzan los 20 pesos diarios o 440 pesos mensuales, cifra equivalente a unos 18 dólares. Esta oferta de personal ha generado que muchos de estos pequeños comercios hayan contratado a uno o más empleados. ¿Son sus sueldos mejores?
Por un lado parece ser que sí, porque son algo más cuantiosos. Entre dos y cuatro veces más que los salarios que paga el Estado, según las encuestas callejeras que se dan con frecuencia en las calles de La Habana. A cambio, muchos empleados se quejan de que deben trabajar más horas y tolerar ciertas impertinencias por parte de los dueños. Sin embargo, las cifras parecen indicar que a pesar de todo merece la pena: de 148.000 trabajadores del sector privado a finales de 2010 ahora -hasta el mes de septiembre- hay 330.000.