Un Grupo de senadores republicanos de origen cubano, entre los que destaca Mario Díaz-Balart, ha acusado a Obama de no hacer lo suficiente para detener las exploraciones de yacimientos de crudo y su posterior extracción en aguas cubanas, que se encuentran muy próximas a la costa estadounidense. Un Grupo de senadores republicanos de origen cubano, entre los que destaca Mario Díaz-Balart, ha acusado a Obama de no hacer lo suficiente para detener las exploraciones de yacimientos de crudo y su posterior extracción en aguas cubanas, que se encuentran muy próximas a la costa estadounidense. No obstante, desde la Casa Blanca se han resistido alegando que, si bien no pueden presionar a Cuba más de lo que lo hace ya el embargo para que olvide esos proyectos, sí han logrado que la española Repsol-YPF firme unos acuerdos mediante los cuales se compromete a ser supervisada por autoridades de EEUU en los yacimientos que explote. En realidad Repsol ha aceptado ceder a estas presiones, que en un principio no van a alterar su actividad en Cuba, porque también tiene intereses en EEUU.
Pero a los republicanos las excusas no les valen y piden más dureza. En cualquier caso, varios diplomáticos conocedores de la situación han explicado que la rusa Gazprom y la malaya Petronas no han llegado a ningún acuerdo con Washington a pesar de tener también, como Repsol, varios proyectos en mente para llevar a cabo en esas aguas. Y ese sería quizás un cabo suelto que convendría atar, dicen.
A los dos frentes que ya tiene abiertos la Administración Obama en este asunto -los republicanos por un lado y las petroleras fuera de su control por el otro- se añade un tercero: los ecologistas. Tras el desastre generado hace unos años por la británica BP en el Golfo de México, que genera temor.
