Desde el próximo día 1 de enero del 2012 seguirán los cambios en Cuba, esta vez con el traspaso, por decirlo de alguna manera, de más servicios minoristas controlados hasta hoy por el Estado, que irán a parar a la gestión de la pequeña empresa privada. Desde el próximo día 1 de enero del 2012 seguirán los cambios en Cuba, esta vez con el traspaso, por decirlo de alguna manera, de más servicios minoristas controlados hasta hoy por el Estado, que irán a parar a la gestión de la pequeña empresa privada.
Ya la cosa venía andando desde que el año pasado comenzó ese movimiento con alrededor de 1.500 barberías y peluquerías y, en menor medida, con el servicio de taxis, pero parece que ahora se sumarán los talleres para la reparación de electrodomésticos, carpinterías y reparadoras de colchones, así como joyerías y laboratorios fotográficos, entre otros.
Verdaderamente, ya estas actividades eran realizadas en parte por trabajadores por cuenta propia, pero ahora los que permanecían laborando para el gobierno comenzarán a desenvolverse también privadamente mediante el arrendamiento de los locales donde trabajan y del equipamiento, pagarán impuestos, comprarán los insumos necesarios y acordarán el costo de los servicios mediante la vieja e infalible ley de oferta y demanda y hasta pondrán libremente los horarios de atención al público.
Como todo en la vida, en Radio bemba afloraron de inmediato los pro y los contra del asunto, pues a nadie le quedan dudas de que ahora quienes ofrecen esos servicios deberán esforzarse por satisfacer las necesidades de la gente con la mejor calidad, o de lo contrario correr el riesgo de perder los clientes.
