Las restricciones anunciadas el pasado mes de julio por Washington para restringir los viajes de los estadounidenses a Cuba están dando los resultados esperados por el Gobierno de Bush. Las restricciones anunciadas el pasado mes de julio por Washington para restringir los viajes de los estadounidenses a Cuba están dando los resultados esperados por el Gobierno de Bush.
Según datos del Departamento de Estado de EEUU, el número de turistas estadounidenses en la Isla ha descendido a más de la mitad. Entre julio y diciembre 50.588 ciudadanos norteamericanos se trasladaron en vuelos charter al país caribeño. En el mismo periodo del año anterior, esa cifra era de 119.938 personas, lo que supone una reducción del 57,47%. Además, las reservas hoteleras en diciembre bajaron hasta las 13.735, casi dos tercios menos que las de diciembre de 2003.
Esta es la consecuencia de las nuevas restricciones de la Administración Bush contra Cuba. Entre otras cosas, el Gobierno de EEUU ha limitado las visitas que los estadounidenes pueden realizar a sus familiares de la Isla a una vez cada tres años. Con esta decisión, junto a las limitaciones para enviar remesas, el Ejecutivo estadounidense pretende ahogar económicamente a la Isla. El turismo es la principal fuente de ingresos de Cuba. Anualmente entran por este concepto en el país entre 1.800 y 2.200 millones de dólares (1.300 y 1.600 millones de euros).
