La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha cambiado la orientación de la política de su país respecto hacia el trato con la disidencia cubana. Al contrario que su predecesor, Lula Da Silva, que prefería hacer oídos sordos a los opositores, Rousseff, concedió un visado para visitar su país a la disidente bloguera Yoani Sánchez, justo una semana antes de visitar la Isla. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha cambiado la orientación de la política de su país respecto hacia el trato con la disidencia cubana. Al contrario que su predecesor, Lula Da Silva, que prefería hacer oídos sordos a los opositores, Rousseff, concedió un visado para visitar su país a la disidente bloguera Yoani Sánchez, justo una semana antes de visitar la Isla.
Sin embargo, la presidenta brasileña ha preferido no reunirse durante la visita con la oposición al régimen. Respecto al tema de Sánchez, Rousseff manifestó que el siguiente trámite para salir de la Isla no forma parte de las competencias del Gobierno brasileño.
Yoani Sánchez recibió un visado de turista para visitar Brasil, a pesar de las restricciones que pone el régimen cubano para la salida de sus ciudadanos. La bloguera es muy crítica con el Gobierno de Raúl Castro tanto desde su bitácora personal como desde su cuenta de Twitter, que actualiza varias veces al día mediante SMS desde un teléfono móvil.
Sánchez publicó en las redes sociales el salvoconducto que le expidieron las autoridades de Brasil. Gracias a ese permiso podría visitar el país brasileño, aunque señaló que lo más difícil iba a ser conseguir recibir el permiso de salida de las autoridades cubanas.
La bloguera quiere asistir en la localidad de Jequié, que está situada en el estado de Bahía, a la presentación de un documental en el que ha colaborado. Dicho documental se titula “Conexión Cuba-Honduras”. La presentación de esta película del director brasileño Claudio Galvao da Silva está programada para el próximo 10 de febrero.
