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Un empresario español, ‘atrapado’ en la cruzada anticorrupción del Gobierno

EL EMPRESARIO ESPAÑOL Vicente Blasco Amado se ha visto atrapado en medio de la cruzada anticorrupción iniciada por el Gobierno cubano. EL EMPRESARIO ESPAÑOL Vicente Blasco Amado se ha visto atrapado en medio de la cruzada anticorrupción iniciada por el Gobierno cubano. Blasco, natural de Valencia y casado con Lourdes M. Fernández González, cubana de nacimiento y nacionalizada española, comenzó sus operaciones en la Isla en 1999 a través de la firma Blafer International SA, constituida en Panamá.

Según algunos testimonios y documentos que maneja la disidencia anticastrista en Miami, y que airea para atacar al régimen, las operaciones de Blasco como empresario en la Isla son todo un enigma, “ya que parece estar protegido oficialmente por alguien que le permite hacer negocios y realizar transacciones bancarias con absoluta impunidad”.

El negocio de Blasco consistía en revender autos y motores de segunda mano a las corporaciones CIMEX y Cubalse, amparado por un contrato de venta con la empresa estatal Transimport.

Según afirmó un empleado del Ministerio de Transporte (Mitrans) “los autos y motores se vendían en Cuba a cinco o siete veces el precio que pagaba en las ‘desguazadoras’ de España”.

Ante las trabas proteccionistas impuestas por el Gobierno cubano para que todas las compras se hicieran en concesionarios establecidos en el territorio nacional, Blasco, a través de Blafer International ideó sortear la restricción cortando por la mitad los autos en España para introducirlos como “piezas de repuesto”. Se estima que Blasco amasó unos cuatro millones de dólares en cinco años.

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