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Los cubanos se preguntan ¿dónde está la leche?

”¿TÚ SABES QUIÉN TENDRÁ LECHE EN POLVO?” le preguntó Anita a su vecina Lourdes, de portal a portal. ”¿TÚ SABES QUIÉN TENDRÁ LECHE EN POLVO?” le preguntó Anita a su vecina Lourdes, de portal a portal. “No me digas nada, que ando loca buscando para mami porque ya se le está acabando la de la libreta”. Ese es uno de los comentarios recurrentes por estos días, en que la leche está perdida, como dice todo el mundo cuando el producto no aparece ni en los vericuetos más oscuros del mercado negro.

Porque no se trata de la cuota que le corresponde por la libreta de abastecimientos a los niños hasta los siete años, o la de los viejitos y enfermos a los que también le corresponde una cantidad por dieta médica, sino la otra, la que todo el mundo compra “por fuera” para completar la ración de la libreta o tener, los que pueden, un desayuno como Dios manda.

“Debe ser que el barco que la trae no ha llegado”, aseguran algunos para buscarle explicación a la ausencia del producto.

Y no es por un problema de falta de demanda, pues mientras la de la libreta cuesta solo dos pesos el kilo, la de la bolsa negra anda ya por 35 pesos la libra y 80 el kilo, cuando viene empaquetada. Y se trata de la leche en polvo, la más barata si se pone uno a mirar, pues la leche fresca, que algunos vendedores traen a hurtadillas del campo, sale a 25 el litro, lo cual es un lujo que a estas alturas muy pocos se pueden dar.

Y mientras llega el esperado barco, la leche sigue perdida y algunos dicen que tendrán que recurrir a los cocimientos de hoja de naranja o la simple mezcla de agua con azúcar que se convirtió en el desayuno más frecuente durante el Período Especial.

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