PRACTICAMENTE todos los medios de comunicación cubanos se apresuraron el mismo día 15, cuando todavía se escuchaban las primeras declaraciones sobre los recuentos de votos, a resaltar en sus primeras páginas la victoria electoral de Nicolás Maduro, candidato del Gran Polo Patriótico (GPP), en las elecciones presidenciales en Venezuela con el 50,66% de los votos. PRACTICAMENTE todos los medios de comunicación cubanos se apresuraron el mismo día 15, cuando todavía se escuchaban las primeras declaraciones sobre los recuentos de votos, a resaltar en sus primeras páginas la victoria electoral de Nicolás Maduro, candidato del Gran Polo Patriótico (GPP), en las elecciones presidenciales en Venezuela con el 50,66% de los votos.
El diario Granma destacaba en su portada la felicitación a Maduro del presidente de Cuba, Raúl Castro. “Esta decisiva victoria y tu lealtad al pueblo, asegurarán la continuidad de la Revolución bolivariana y de la genuina integración de Nuestra América”, afirmó Raúl.
Raúl Castro felicitó a Nicolás Maduro por una victoria que juzgó “trascendental”. ¿Trascendental para quién? Desde luego para el propio Maduro, aunque tenga a casi la mitad de los venezolanos en su contra, pero sobre todo para la mayor de las Antillas, que durante los años del ‘chavismo‘ ha visto en Venezuela a un importante aliado político y económico. En tiempos de Hugo Chávez, que trató de detener su cáncer ingresando en un hospital cubano, la Isla se vio fuertemente catapultada en el ámbito diplomático latinoamericano gracias a la presión de Caracas, que exigía que así fuese. Además, la potencia energética ha colaborado con varios proyectos de infraestructura en Cuba que, de haber sido derrotado Maduro, podrían haber sufrido alteraciones.
