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La piratería sigue haciendo de las suyas por las calles de La Habana

LOS VENDEDORES de discos piratas siguen haciendo de las suyas, y como en Cuba no hay legislación alguna que prohíba quemarlos para la venta pública y quienes los comercializan tienen licencia para hacerlo, pues allá va eso. LOS VENDEDORES de discos piratas siguen haciendo de las suyas, y como en Cuba no hay legislación alguna que prohíba quemarlos para la venta pública y quienes los comercializan tienen licencia para hacerlo, pues allá va eso.

Las series más recientes de la televisión americana ya se pueden comprar, como ‘Banshee’ o ‘Los Vikingos’, esta última de History Channel, que tampoco se ha salvado del pirateo, y en cuanto a música hay para escoger, desde lo más popular a nivel internacional hasta lo más actual de los músicos cubanos.

Hace poco surgió la polémica sobre la prohibición o no del reguetón o de algunos artistas de ese género, demasiado inclinados a letras francamente porno o por lo menos blasfemas. Pues ahí están, tranquilamente, ocupando lugares de preferencia en los anaqueles de cualquier ‘timbiriche‘ de La Habana.

Y de las películas ni hablar. Usted puede comprar una sola o un “paquete” que en un mismo disco reúne cinco o seis cintas, ya sean de un género o de un protagonista determinado.

Uno de los que ha puesto el grito en el cielo es Jorge Perugorría, el más internacional de los artistas del cine cubano.

Y no es para menos el berrinche del Pichi, como le dicen sus amigos, pues, como director, su más reciente película, ‘Se vende’, que ganó el premio de la popularidad en el último festival de cine de La Habana, ya anda pirateada, y lo peor es que todavía no ha sido estrenada en los circuitos oficiales.

“El público manda, y yo para mantener el negocio tengo que ofrecerle lo último y lo mejor” dijo con desparpajo y con la mayor tranquilidad del mundo uno de los tantos vendedores que pululan por las calles de La Habana.

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