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Los ‘telenoveleros’ tienen donde elegir

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Los cubanos son fans irreductibles de las telenovelas, no importa de dónde vengan siempre que sean «buenas», considerando como tal lo que de bueno puedan tener los culebrones. Los cubanos son fans irreductibles de las telenovelas, no importa de dónde vengan siempre que sean «buenas», considerando como tal lo que de bueno puedan tener los culebrones.

Por eso los telenoveleros isleños andaban de capa caída, porque como un purgante tuvieron que tragarse los cien capítulos del producto nacional ‘Santa María del Porvenir’ en el cual el Chino Chiong, un excelente director, cometió a juicio de buena parte del respetable, la pifia de querer ponerse a inventar el agua tibia y lanzar una telenovela con otros códigos, logrando como resultado una especie de sainete en el que los televidentes casi nunca pudieron dar en el clavo si las escenas y subtramas completas correspondían a un drama, una comedia, una parodia o las tres cosas a la vez, y de nada sirvió la presencia de un gran grupo de las mejores figuras de la televisión cubana, muchas de las cuales parecían dentro de sus personajes «más perdidas que un pedo en un tornado» como sabiamente comentaba una vecina hace poco en una tertulia de mercado.

Y para ser sinceros, muchos la siguieron contra viento y marea, pero lo hicieron porque no le gusta la programación deportiva o las series americanas de otros canales, que «tienen las letricas muy chiquitas y los viejos ya no vemos de lejos».

Por si fuera poco, el espacio de la telenovela del Canal Habana, un fuerte competidor en este tipo de entregas, al parecer se quedó sin materiales que ofrecer y le echó mano, una tras otra, a dos telenovelas de Corea del Sur -dobladas al español por supuesto, porque en el idioma original hubiera sido un abuso- de las cuales al día siguiente del último capítulo nadie se acordaba de los nombres. Tanto es así que como tenían tramas tan bobas y similares y como todos los coreanos se parecen, muchos televidentes llegaron a pensar que se trataba de una sola y no dos.

La única tabla de salvación de los telenoveleros en todo ese tiempo -semanas y meses- ha sido la brasileña ‘Insensato Corazón’, un producto contundente como casi todos los de la red brasileña O Globo, que ha mantenido a los televidentes al menos los martes, jueves y sábados ante la pantalla, a fuerza de intrigas, bajas pasiones, romanticismo y excelentes actuaciones.

Pero ahora el cielo parece despejarse para los amantes del género, pues al fin concluyó ‘Santa María del Porvenir’, para dar paso a otro producto nacional, ‘Tierras de fuego’, que si la propaganda no engaña, promete, pues dice recrear la vida del campesinado cubano actual, con las interioridades de familias que integran ese sector social, desde la perspectiva de la contemporaneidad: desentramando sus tristezas, alegrías y diferencias. Todo esto en claro contraste con las tentativas de la vida citadina, las intrigas y contradicciones en la que se van a encontrar la mayoría de sus personajes, que por cierto, tienen en los roles principales a tres caras frescas, Laura Moras, Kristell Almazán y Carlos Luis González, como antagonista.

Pero siguen las albricias, porque el canal Multivisión se apareció con ‘Vidas Robadas’ una aclamada telenovela argentina con trama policial cuya historia aborda el secuestro de personas para obligarlas a ejercer la prostitución, y traza paralelismos con el caso de ‘Marita Verón’ una historia real que conmovió en su momento al país sudamericano.

Y como para limpiar sus culpas después del atropello con los culebrones surcoreanos, el Canal Habana acaba de estrenar con más de cien capítulos ‘Río del Destino’, otro producto brasileño lleno de impresionantes paisajes naturales, que narra los amores tormentosos del gaucho Solano y la misteriosa india Estela, quien debe escoger entre asesinarlo, para cumplir la maldición lanzada por sus antepasados, o sacrificar su propia vida para salvar a Solano y el niño que lleva en su vientre.

Nada, que es como para que se eche a llorar el más duro de los telenoveleros que, ahora sí, tienen en donde escoger.

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