La Habana estudia permitir a las grandes empresas una mayor independencia en la gestión, lo que incluirá la posibilidad de que retuvieran cada ejercicio la mitad del beneficio conseguido. La Habana estudia permitir a las grandes empresas una mayor independencia en la gestión, lo que incluirá la posibilidad de que retuvieran cada ejercicio la mitad del beneficio conseguido.
El dinero podrá ser dedicado a nuevas inversiones y también a posibles aumentos de los salarios de la plantilla o sus responsables. Gestores que verían aumentados sus poderes, su independencia y su capacidad de maniobra.
Aunque estas nuevas posibilidades también tendrán una parte negativa. Las empresas que resulten inviables podrán quebrar y desaparecer del mapa.
De ser así, el próximo año, las reformas de Raúl podrían alcanzar a los holding estatales. Al menos, si se cumplen los objetivos al respecto marcados por el actual responsable de la política económica del país, Marino Murillo.
Entre las empresas que se verán más afectadas por la ‘mutación’ estarían Cubaníquel y Cubapetróleo.
En una reunión a puerta cerrada, sobre la que ha informado la agencia Reuters, Murillo habría explicado que los cambios empezarán a aplicarse el próximo año y que se implementarán a través de 136 directivas de nueva aprobación, de las cuáles, al menos 51 tendrán un impacto directo en el proceso de transformación que las autoridades cubanas quieren impulsarse con urgencia en estas compañías.
En su discurso, Marino Murillo habría citado el plan de reformas adoptado por la Isla en 2011 uno de cuyos objetivos era la liberación de las fuerzas productivas para aumentar su eficiencia, que empezará a ser medida por criterios de beneficios obtenidos y productividad alcanzada. Algunos expertos internacionales consultados por la agencia consideran que si se da finalmente este paso, será un nuevo avance de la Isla hacia un modelo de capitalismo de estado en el que empezaría a tener peso la influencia del mercado.
Además este mes, alrededor de 124 pequeñas y medianas empresas estatales, de distintos sectores no relacionados con la agricultura han sido ‘liberalizadas’ para que empiecen a funcionar como cooperativas privadas, en un proyecto definido, de momento, como experimental por el diario Granma.
